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18/Sept/2019

By Gabriela Piedra

Lipoescultura con

transferencia a glúteos

Antes de contarte mi experiencia, quisiera presentarme, mi nombre es Gabriela Piedra, vivo en Guayaquil – Ecuador y tengo 25 años; además, contarte por qué me animé a escribir esto... Y debo confesar que hubiera preferido hacer un video para quienes no sean fans de la lectura, pero no se me da lo de grabarme – aún – .

Decidí contar mi experiencia en este blog por 2 motivos:

  1. La necesidad que tenía por desahogarme, pues a parte de quedar insatisfecha con los resultados, la experiencia en general no fue la mejor, y ¡NO! No creas es para desmotivarte, ni mucho menos para animarte a hacerlo.

  2. Mas bien, que mi experiencia te pueda ayudar a tomar mejores decisiones de las que tomé yo, y qué mejor que escribiendo y colgarlo en internet, y que así esté al alcance de cualquier persona que lo requiera.

 

Así que, empecemos…

    ¿Por qué decidí operarme?

Como todas – o casi todas – las mujeres, tenía mis complejos, aquellas cosas que me hacían sentir muy insegura… Y claro, durante mi vida no faltaron esas personas que ayudaron a empeorala… Y aunque siempre he sido de esas personas que no presta atención o le da mayor importancia a malos comentarios, llega un momento en que, por más oídos sordos que hagas, se te quedan grabados y te afectan… Y mucho más si tiene que ver con ‘eso’ o ‘esa parte de ti’ que tú mismo ya te has autocriticado y que te causa esa gran inseguridad.

 

Repito, nunca faltaron esas personas, compañeros/as, amigos/as, incluyendo a familiares, que durante mi época de colegio (y hasta inicios de la Universidad) criticaron mi cuerpo por tener senos un poco grandes y cero caderas/glúteos – a mis espaldas por supuesto – … ¡Hola! ¡Tenía espejos en casa, por supuesto me daba cuenta lo que tenía y lo que no! ¡Lo que me sobraba y lo que me faltaba!… Pero ni creas, nunca me permití demostrarles que me hacían daño con sus comentarios, aun así, no quiere decir que no me haya dolido enterarme de lo que decían.

 

Quería aceptarme tal cual era, créeme que sí, pero lamentablemente sus comentarios no ayudaban, ni el espejo, ni los outfits que tanto me gustaban y no me lucían como deseaba… Y seamos honestos, hoy en día por un lado te venden la idea de que debes amarte tal cual eres, amar tus defectos y todo aquello que no te agrade de ti misma; pero por otro lado tienes a esas mujeres con sus cuerpos de infarto que podrían ponerse una funda de basura y lucir fabulosas, y sin querer te hacen sentir 'poquita cosa', o al menos a mí sí… Pero algo te puedo decir con seguridad, no hace falta ni que luzcas tal cual esas mujeres de cuerpos envidiables, ni tienes que vivir acomplejada con esa parte de tu cuerpo o rostro que tanto te disgusta, puedes hacer algo al respecto, pero lo más importante y que debes tener claro es que hagas lo que hagas, que sea por, no para el resto. No necesitas la aprobación ni adulación de nadie para sentirte hermosa; pero, si necesitas ese 'empujoncito' para sentirte fabulosa, hazlo, no es un crimen realizarte una cirugía estética o asistir a un spa, pero después de eso ámate más que nunca y verás cómo no habrá palabra o comentarios negativos que puedan contra ti.

 

En fin... Me gradué del colegio, terminé 3 semestres de la Universidad y quedé embarazada; y fue a partir de que me convertí en mamá y que mi cuerpo realmente se c*gó, que se me metió la idea de que ‘debía’ operarme… Sentía que esa era la salida que necesitaba para al fin y por primera vez en mi vida sentirme segura de mí misma y aprovechar para verme mejor que antes de ser mamá…

Y debo mencionar que alimentarme bien y hacer ejercicio JAMÁS fue una opción para mí. Lo sé, busqué el camino fácil… Pero es que antes de ser mamá ya tenía mis hábitos… Malos hábitos alimenticios en realidad… Siempre he detestado las ensaladas, pelar fruta me daba mucha flojera, hacer ejercicio ni se diga, y aun así yo no engordaba; pero después de ser mamá las cosas cambiaron, y al menos para la mayoría de mujeres es así… A la mayoría de mujeres el cuerpo no les regresa a su estado ‘normal’ o ‘natural’ y ese fue mi caso…

 

Te comparto unas fotitos de cuando era joven y bella jajaja

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19 añitos tenía en esas fotos, y someterme a una cirugía ya era una idea vaga que rondaba por mi cabeza...

 

(Al ver estas fotos quizás creas que era una ridícula exagerada - yo ahora lo pienso - y que mi cuerpo no lucía tan mal… Pero debo contarte un secreto… en esas fotos Usaba una faja que me reducía un poco la cintura y así simular que tenía caderas, quizás eso funcionaba de frente, pero de perfil no había mucho arreglo jaja)

    En busca del cirujano

Cuando decidí que la solución era operarme, mi primera opción fue buscar ofertas, ¡lo más barato que pueda encontrar para que me alcance! En ese entonces vi en el perfil de una chica que estaba participando en un sorteo para ganarse una lipoescultura con 'Hola Cirugías' (cambié el nombre por cualquier cosa), después de yo también participar y no ganar decidí averiguar, y me convencieron al comentarme lo fácil que era operarte con su ayuda por la facilidad de pago, cancelé mi cuota inicial de $150 (no reembolsables) para congelar el precio de oferta que se ajustaba a lo ‘barato’ que estaba buscando...

Da la casualidad de que unas semanas después encontré en google una demanda a esta empresa por negligencia médica con alguno de sus cirujanos con quienes tienen o tenían convenio, decidí averiguar y así aparecieron más noticias de demandas hacia ellos y pensé que esa era mi señal para no operarme (al menos no con ellos)... Y bueno, por un tiempo dejé morir la idea, pues no conocía otro lugar que me diera esa facilidad de pago y con un nuevo bebé en tu vida, dinero es lo que más necesitas…

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Pasaron unos 2 añitos más o menos, cuando se me presentó la oportunidad de por fin hacerlo, me apareció una publicidad en mis redes sociales que captó mi atención y al revisar el perfil del cirujano era aparentemente un cirujano bastante reconocido  – aunque honestamente yo nunca había oído hablar de él pues no me gusta la tv nacional – y estaba promocionado bonos de $300 y $500 de descuento por carnaval (esto fue a inicios de Febrero del 2018), decidí esta vez investigar al cirujano para no encontrarme con sorpresas como con 'Hola Cirugías', y ahí fue donde corroboré que era alguien reconocido y querido por hacer 'obras sociales', incluso cuando decidí hablarlo con mi mamá (pues necesitaba que alguien me acompañe el día de la cirugía y en ese momento mi esposo no podía) me dijo que si era con ese cirujano, sí me apoyaba.

 

    Encontré al cirujano

Pensé que había hecho bien en investigar al cirujano para saber en qué manos pondría mi cuerpo y mi vida, pero eso no fue suficiente; y ahora considero que lo mejor hubiera sido tener más opciones, hablar con otros cirujanos y no quedarme con el primer ''pelagato'' que me apareció en redes sociales… Bueno, tuve la primera consulta con él, y a partir de aquí empieza mi ‘no tan buena’ experiencia, tuve que esperar alrededor de 2 horas y media hasta que llegue el médico y empiece a atender ¡por turno! – quienes me conocen saben que detesto la impuntualidad –.

 

Al fin llegó mi turno, conocí al ‘afamado’ cirujano plástico y reconstructivo, del cual no daré mayor información – mucho menos el nombre – más que por respeto, por miedo a una demanda o algo parecido... La consulta estuvo bien, el médico me pareció una persona agradable, incluso al salir y conversarlo con familiares lo describí como un ‘amor de persona’, estuvo presente su (en ese entonces) novia (ahora es su esposa), que era y es también como su asistente/Manager/etc, conversamos un poco sobre lo que yo quería, y algo que yo tenía muy claro era que no deseaba ningún cuerpo extraño dentro de mi organismo, por lo que ponerme implantes jamás fue, es, ni será una opción para mí, así que hablamos de una lipoescultura para obtener la grasa que iría a mis glúteos.

El cirujano me chequeó y marcó las zonas de donde me extraería la grasa (que fueron: Brazos, abdomen y cintura), me preguntó por mis expectativas en cuanto a resultados y le dije que para mí lo más importante era tener glúteos grandes, no exagerados pero si grandes… Quizás ese fue mi error, porque para mí los glúteos grandes podrían ser de una manera que para él podría ser exagerado… No fui muy específica, ni siquiera le mostré una foto para que tenga una mejor idea de lo que yo quería… Salí de la consulta y me alcanzó la novia para decirme que si pagaba pronto la cirugía me regalarían 3 drenajes linfáticos y las medicinas del post-operatorio – y así fue –.

Otra cosa que me gustaría mencionar en este ''blog'' (y que para mí hubiera sido importante saberlo desde el inicio) pues era una completa ignorante en el tema; y es que creo que si te dicen que una cirugía podría costarte – por ejm – $2,000 USD, entonces con mucho esfuerzo consigues esos dos mil, pero en realidad necesitarás más para lo siguiente:​

  • Todos los exámenes previos para verificar si eres apta para una cirugía, y no tener complicaciones durante y/o después de aquello. En mi caso fueron: Ecografía de abdomen $50, ecografía de glúteos $50 (este eco me enviaron porque en mi desesperación – antes de decidirme por la lipo – estuve yendo a un spa donde me inyectaban unas ‘vitaminas’ para ayudar a crecer los glúteos, pero que realmente no sirvieron de nada, solo sufrí mucho con lo dolorosas que eran esas inyecciones y se debía descartar que fueran biopolímeros); un electrocardiograma $50 y exámenes de sangre completos entre $150-$200. Estos precios que te menciono creo que podrían variar según dónde te los realices, solo los pongo para que tengas una referencia.

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  • La faja post-quirúrgica que me costó aproximadamente $170.

  • Los drenajes linfáticos con el mismo equipo del cirujano, 10 drenajes me costaron $200.

  • Y gracias al cielo no tuve que pagar movilización porque mis padres me apoyaron durante todo el proceso, sino me hubiera salido un ojo de la cara tener que movilizarme en taxi para los drenajes linfáticos pues no podía tomar un bus si tenía colgando en medio de las piernas 2 jeringas con unas mangueritas conectadas a los costados de mi cesárea (conocidos como drenes) por donde eliminaba la sangre y líquidos que ingresaron a mi cuerpo; tampoco gasté en los medicamentos post-quirúrgicos pues me los obsequiaron, esos medicamentos son importantes, son lo que te ayudarán a salir caminando ese mismo día sin dolor.

    DÍA DE LA CIRUGÍA + LA RECUPERACIÓN

Pagué mi cirugía a mediados de febrero y me hice todos los exámenes lo más rápido posible pues estaba ansiosa y yo esperaba máximo a finales de ese mes ya estar operada y recuperándome, pero pasaron muchas cosas, principalmente cambios de fecha por parte del equipo del cirujano, me cambiaron al menos unas 2 o 3 veces la fecha de la cirugía y debo confesar que 1 de esas veces fue por mi culpa, pues me había reventado un grano en la cara que se me terminó haciendo un tremendo absceso y no podían operarme así – también debo mencionar que tuve que recurrir a este cirujano para que me ayude con el tema de mi absceso pues así lo sugirió la recepcionista – me citaron ese mismo día y tuve que esperar - nuevamente - 2 horas después de la hora acordada, con fiebre y un dolor terrible en el cuerpo producido por la infección que me había causado al abrirme el absceso con un palillo… En fin, para la última vez que me cambiaron la fecha ya estábamos cerca de mediados de marzo y yo estaba perdiendo la paciencia, quería operarme antes de abril porque mi hijo iniciaba clases y no quería no poder atenderlo o perderme su primer día y primera vez en una escuela; así que le dije a la recepcionista que si el cirujano no podía operarme antes de que inicie abril que por favor me devuelvan el dinero y ¡Oh sorpresa! Pudieron ayudarme con una fecha fija, incluso me dijeron que sería un sábado y que los sábados por lo general el cirujano no opera pero que harían una excepción...

Llegó el anhelado día, me citaron a la 1pm, y como debí suponer, el cirujano no había llegado ni llegaría a tiempo, mientras tanto pasé en un cuartito con mi mamá, a ratos llegaban personas para tomarme datos, hacerme llenar y firmar unos documentos, tomarme fotos del ‘antes’ – que por cierto nunca subieron a redes sociales para mostrar mi cambio –  y cuando ya estaba por llegar el médico empezaron a prepararme, ponerme suero, unas vendas ajustaditas en las piernas  (por lo general te mandan a comprar unas medias antiembólicas, pero acá me colocaron unas simples vendas) y después de 3 horas y media al fin entré a la sala de cirugía, pero debo confesar que todo ese tiempo antes de entrar, solo me sentí insegura, ansiosa y tenía la necesidad de hablar con el médico sobre los resultados que deseaba obtener, mostrarle la foto que en un inicio no le mostré y sentirme segura de haber dejado las cosas claras, pero esa oportunidad nunca se presentó, no pude ver al médico hasta que ya el anestesiólogo hizo lo suyo y ya estaba acostada en la camilla.

La cirugía estuvo bien, estuve consciente durante todo el proceso y puedo asegurar que no sentí dolor en lo absoluto, después de un par de horas todo acabó y me llevaron al mismo cuartito donde estuve con mi mamá hasta que se me vaya el efecto de la anestesia y enviándome por el suero el medicamento post-operatorio para regresar a casa tranquila y sin dolor. Para quienes deseen saber cómo se siente al día siguiente que ya el efecto de la anestesia ha desaparecido por completo, déjenme decirles que estuvo ¡súper! Jajaja Creí que no podría ni caminar, ni levantarme, poco más y ni respirar; pero estuvo mejor de lo que pensé; y comparado a la cesárea que tuve, juro que me haría una y mil lipos más antes que volver a pasar por otra cesárea… El cuerpo lo sentía un poco adolorido – como que me hubieran caído a batazos, pero súper soportable – y sentía 2 masas pelotudas en la nalga que eran súper incómodas al momento de sentarme, pero poco a poco se fue acomodando y supongo que adaptando a esa nueva zona.

Después de 3 días tuve que regresar para las curaciones, yo estaba bañada en sangre en mi parte inferior y así pasé los 3 días,la enfermera que me atendió me llamó la atención por no haberme limpiado y haber pasado con toda esa sangre sucia corriendo riesgo de infectarme, pero nadie me dijo que debía hacerlo, a lo mucho le explicaron a mi mamá cómo cambiarme los drenes cuando se llenaran de sangre y la dieta que debía seguir... Después de unos días tuve que empezar con los masajes de drenaje linfático, y debo confesar que eso fue lo más doloroso de todo el proceso, al inicio no fue tan malo pero cada día que pasaba dolía un poco más, hasta llegar el punto que debía aguantar la respiración para soportar el dolor – era eso o llorar – jaja

 

Algo que debes saber, y considero que la gente a tu alrededor también, es que terminas mega hinchada, incluso te verás más ‘gorda’ de lo que entraste a quirófano, esto debido a que tienes acumulado el líquido que ingresaron a tu cuerpo para desprender la grasa con mayor facilidad y la inflamación por todo el maltrato que recibiste con la bendita cánula, así que para este proceso de deshincharte o desinflamarte, debes tener mucha paciencia, algo que yo no tuve pues como te imaginarás había deseado tanto esa cirugía que yo ya quería ver mi cuerpo como reloj de arena y mientras más pasaban los días, más me desesperaba de verme tan hinchada, cuadrada y aún con glúteos pequeños; para la gente a tu alrededor, deben saber que está muy por demás esos comentarios estúpidos de ‘luces más gorda’ o decir ‘te ves igual que antes’ o cualquier cosa parecida… Por favor, ahorrarse los comentarios, algunos quizás no lo dicen con mala intención, a mí personalmente me dijeron el último ‘Amiga pero te ves igual, estás hermosa’ y vino de una persona a la que le tengo mucho cariño, y sé con seguridad que fue sin mala intención, pero tu no sabes cómo se siente esa persona y con qué cosa nueva estará lidiando después de su cirugía y aunque tu comentario no sea malo, creo que si uno se realiza una cirugía estética no es para seguirse viendo ‘igual’ que antes...

Otra cosa que me decepcionó mucho fue que tiempo después de mi cirugía me enteré que es responsabilidad del médico estar pendiente de ti y tu recuperación, y a mí el cirujano nunca me chequeó después… Recuerdo que me citaron al terminar mis masajes, como ya se deben imaginar a estas altura, me atendieron después de hora y media, y para colmo la recepcionista dejó pasar antes a otra persona, y yo por distraída me di cuenta cuando la chica ya había entrado, así que una enfermera me llamó al cuartito donde me hacían los masajes y me ‘medio’ chequeó, o sea, solo me tocó un poco el abdomen y dijo que aún tenía bolas – líquido retenido – dentro del vientre y que debía seguirme dando más masajes, lo cual honestamente yo consideré fue solo una excusa para hacerme gastar más dinero en ellos. Aproveché para preguntarle si así me vería desde ese momento en adelante porque yo había pagado por un aumento de glúteos mas no por un simple relleno con grasa que era lo que parecía y dijo que no me preocupe que aún debía deshincharme más… Le pedí ver al cirujano porque necesitaba que él supiera cómo me sentía, mientras ella fue por la cámara para tomar las fotos del ‘después’ aprovechó para traer al médico, cabe mencionar que aun ahí, estando los 3 en esa salita, y yo desnuda para las fotos, ni siquiera se molestó en chequearme, creo que solo se fió de lo que la enfermera dijo sobre las ‘bolas’ dentro de mi abdomen… Bueno, le dije que quería hablar con él y le hice la misma pregunta que a la enfermera, también le dije que se suponía que debía quedar en armonía mi parte inferior con mi parte superior, y él solo supo decir: 'Es verdad, tienes los senos grandes, debiste ponerte implantes para tener los resultados que querías. Lo que te puedo recomendar ahora es que tomes una proteína y hagas ejercicio cuando estés recuperada…’ Yo por supuesto me sentí en la m**rda y llegué a mi casa a llorar, sentía tanta impotencia y frustración, había gastado tanto dinero para nada; pasé varios días muy deprimida y mi esposo no sabía ni qué hacer, así que un día llamó al médico, sentía mucho coraje y quería expresarle algunas cosas, la recepcionista dijo que le daría el mensaje y obvio mi esposo descargó todo lo que quería decirle directamente al cirujano, al cabo de unas horas me llamó a mi celular el médico un poco molesto por la llamada de mi esposo y a decirme que él no tenía por qué hablar con mi esposo pues su paciente era yo, tocamos nuevamente el tema de mi insatisfacción y me dio el nombre de la proteína para que empiece a tomar después de hacer ejercicio pesado… y adivinen qué… ¡No sirvió para un carajo esa proteína! Claro, ahora entiendo por qué no sirvió, pero en ese entonces le tuve mucha esperanza y solo fue un gasto más que no tenía planeado hacer.

    1 año y medio después de la cirugía

Ha pasado más de 1 año de esa cirugía, que fue un sábado finalizando Marzo del 2018, y debo confesar que me tiré al abandono después de los primeros 5 o 6 meses cuando me di cuenta que no vería los resultados que deseaba, que ya me había deshinchado y mis glúteos seguían pequeños, me había cuidado mucho en la comida (gracias a que mi mamá y mi esposo me cocinaban delicioso y ligero) y hacía ejercicio regularmente, pero ¡mis glúteos! no tenía lo que yo esperaba, aún no podía ponerme la ropa que quería, intenté cuidar el trabajo que había realizado el médico, pero ¿cómo seguir cuidando algo que no me gustaba?. Empecé a comer descontroladamente como lo hacía antes y dejé de hacer ejercicio, y por supuesto me engordé…

 

Después de todo, no me arrepiento de haberme operado y haberme engordado, pues ahí encontré una nueva motivación para intentar modificar mis hábitos, pues ver cómo mi cuerpo empezaba a lucir tan feo y desproporcionado (porque tiendo a engordar más de la zona de arriba, incluyendo el abdomen) me motivó a investigar y aprender a balancear mi comida y hacer ejercicios realmente efectivos como las pesas y hiit; poco a poco he logrado equilibrar la comida que tanto me gusta y que jamás podría dejar de comerla, junto con vegetales, frutas y etc.

COMPARTO ESTA FOTO (Mayo/2019) CON MUCHA VERGÜENZA, PUES ES la ÚNICA evidencia que tengo DE CÓMO ME ESTABA ENGORDANDO Y DE QUE MIS GLÚTEOS AÚN SEGuÍAN PEQUEÑOS (sobretodo en relación a mi espalda).

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La idea es aprender a balancear tu comida favorita, sin privarte de nada, de forma que se vuelva algo sostenible en el tiempo, con la que te sientas a gusto, que encaje con tu estilo de vida y a la que puedas realizarle pequeños cambios para mejorarla progresivamente, porque te pregunto: ¿De qué te sirve matarte de hambre, eliminar o sustituir comidas por sopitas, pastillas o batidos ‘mágicos’ o seguir esas dietas de moda? Que no tienen nada que ver con tus gustos o estilo de vida y que, por supuesto te terminarán hartando, y si lograste perder algo de peso, lo recuperarás y al doble cuando regreses a tus hábitos de costumbre... (Esto lo aprendí con @aleenforma) Así que, para mí, no vale la pena, yo iré lento pero seguro jaja. Al final de toda esta historia te compartiré todas las páginas que me han ayudado para que tu también les puedas sacar provecho.

 

Tengo apenas 3 meses haciendo ejercicio intenso con una alimentación un poco más balanceada que antes, y en tan solo ese tiempo ya he perdido 4 cm de cintura y sigo pesando exactamente lo mismo que después de la cirugía, pero entendí que el peso es lo de menos y hoy me siento ¡mejor que nunca! Aún me falta un largo camino por recorrer en esta nueva aventura de dejar de odiar mi cuerpo y darle amorcito con ejercicio y mejor comida, después de todo lo que le he hecho ¡se lo merece! jaja pero lo más importante es que me siento muy bien y orgullosa con los pequeños avances que he tenido.

   Conclusión

  • Si deseas operarte, que sea por las razones correctas. Amarte es entender que no puedes ser quien otras personas quieren ver, así que cualquier decisión que tomes, que sea por ti y no por complacer a otros.

  • Busca, investiga y analiza a más de un cirujano plástico y quédate con el que tu consideres sea la mejor opción, un ejm, si quieres una rinoplastia, busca alguien que tenga más trabajos de eso que de mamoplastias o lipoesculturas; y por favor, no te quedes con el primer pelagato que aparezca como lo hice yo, a menos que sea de tu confianza.​

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  • Sé muy clara y que no te dé vergüenza expresar al médico los resultados que deseas obtener, tómate tu tiempo para hacer preguntas y si es posible lleva fotos de referencia en tu celular, muy probablemente el cirujano te diga que no quedarás 100% igual ya que son 2 personas distintas en todo sentido, pero al menos te dirá lo que sí obtendrás o te dará más opciones.

  • Si tu cirugía + los exámenes y demás cosas, te salen por un valor ‘X‘, consigue al menos unos $500 más para imprevistos, algo que no mencioné arriba es que mi chiste del absceso en la cara me costó casi $200 y la proteína me costó creo $80, que no estaban considerados en mi presupuesto de la cirugía; así que mejor que sobre dinero a que falte.

  • No creas que la cirugía te quitará tus inseguridades pues es un arma de doble filo, después de eso debes sí o sí cuidarte; y ten siempre presente que lo único cierto – y que a muchos nos cuesta entender – es que una buena alimentación es lo que va a definir si pierdes o ganas grasa, y el ejercicio te ayuda a potenciar lo que tu alimentación puede lograr por si sola.

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Te cuento un dato que quizás no conocías… Imagina que tienes 1kg de algodón y 1kg de hierro, ambos obviamente pesan lo mismo (y aclaro, para quienes no lo comprendan bien, pesan lo mismo por que estamos hablando de 1kg de ambas), pero imagínate cuánto algodón debe haber para que llegue a pesar lo que ese kg de hierro pesa… En esta referencia, el algodón sería la grasa y el hierro el músculo, 1 solo kg de grasa ocupa 4 veces más espacio que 1 kg de músculo… Así que no te obsesiones ni te enfoques solo en perder peso; perder peso no es lo mismo que perder grasa, puedes incluso perder grasa y seguir pesando lo mismo porque podrías haber ganado músculo y es lo que me sucedió a mí, como te mencioné arriba, sigo pesando exactamente lo mismo que después de la cirugía, pero he perdido ya 4 cm de cintura; y por favor, no le tengas miedo a las pesas, no te volverás musculosa ni te verás masculina.

Si llegaste hasta aquí, quiero agradecerte infinito por haberme leído, desconozco si lo hiciste por matar el tiempo, por curiosidad, porque estás a punto de someterte a una cirugía, o cualquiera que sea la razón por la que me leíste, te lo agradezco desde el fondo de mi corazón y espero haber aportado algo bueno de alguna manera a tu decisión o a tu vida. A ratos siento que fue loco escribir todo esto y colgarlo a internet, pero si por lo menos a una sola persona le puede servir de algo mi experiencia, me sentiré satisfecha.

Así que para terminar, te quiero compartir con mucho cariño las páginas que he seguido hace pocos meses para que le saques provecho, son páginas que me han inspirado y motivado a dejar mi vida sedentaria (empezando con @aleenforma, como puedes ver en la imagen de arriba) y sin querer me ayudaron a recuperar un sueño que había dejado esfumarse hace años, pues no me sentía con la capacidad de ayudar a otros si ni siquiera podía ayudarme a mí misma, y aunque parezca o suene un poco tonto o quizás un poco superficial, - más superficial de lo que ya he podido sonar en todo lo que te he contado -, la ropa tiene ese poder de hacerte sentir asombrosa; y ahora que empezaré a estudiar Asesoría de Imagen quiero compartir contigo consejos y todo lo que considere importante para ayudarte a tomar conciencia de lo fabulosa que eres y recordarte que vales mucho, eso lo haré desde la página @glamstone.ec.

 

La mejor forma de quererte es descubriendo el poder que tienes dentro de ti, solo tú puedes darte cuenta de eso y deseo con todo mi corazón poder aportar un poquito en ese descubrimiento.

 

Páginas en Instagram:

@aleenforma, @themacrowizard,

@bejaranofit, @fitia.app,

@angynutrifit, @mrandmrsmuscle,

@semir37x y @gymglutes

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